Las tareas han cambiado. Durante mucho tiempo los contratistas eran considerados meros proveedores de servicios para tapar la fuga en su propia mecanización. Ahora son un eslabón importante en la agricultura de precisión. Osters & Voss continúa adaptando su oferta y se está actualizando digitalmente. El trabajo de un contratista requiere que esté siempre actualizado con los desarrollos técnicos. Por lo tanto, tiene siempre un gran interés en organizar las cosas de modo más sencillo y tenerlas controladas. Para ello utiliza otra tecnología moderna, la tecnología digital. Sin embargo, a pesar de su gran interés, en la rutina diaria de las empresas, a menudo no es el momento de dar el siguiente paso en el proceso continuo de digitalización. No es este el caso del contratista Osters & Voss. Aquí se invierte constantemente en nuevas tecnologías, por ejemplo en unos 20 nuevos tractores Fendt cada año. Durante los meses de verano, FendtONE ha formado parte de la vida cotidiana. El manejo sencillo del sistema es un aspecto central para continuar impulsando el desarrollo de la empresa.

Andreas Osters y Christof Voss se conocieron durante su formación como ingenieros mecánicos de la empresa Strautmann en Bad Laer. Hace 30 años, cuando ambos tenían 23 años, crearon su empresa de servicios en Prignitz, Brandemburgo. Su deseo de hacer de su interés en la moderna tecnología agrícola su profesión se convirtió así en una realidad. Tanto en el tractor o la cosechadora, el desplazamiento de estas máquinas gigantes sobre el campo, les entusiasmaba tanto entonces como ahora. Ahora la cabina es para el conductor el espacio en el que pasa muchas horas, el salón del contratista, por así decirlo. Es por eso que la comodidad y la facilidad de uso fueron cruciales para los jóvenes emprendedores. No se trataba sólo de "pisar el embrague, introducir la marcha, pisar al acelerador y subir marchas hasta llegar a la última" - ¡no, desde el principio, ambos han procurado un buen ambiente de trabajo: aire acondicionado, disposición perfecta de la palanca de mando, amortiguación de vibraciones y golpes o incluso lunas tintadas. Una de las razones por las que Osters & Voss ha confiado en Fendt para sus tractores desde hace más de 20 años. Desde aquellos comienzos, con el tiempo llegó a desarrollarse una de las mayores empresas agrícolas de Alemania. Hoy, sobre el terreno, destaca sobre todo la nueva serie Vario Fendt 900. Los tractores han demostrado ser extremadamente resistentes y visitan el taller de Osters & Voss sólo si es necesario cambiar el aceite de forma periódica.

Los aspectos técnicos de la formación se complementan con contenidos comerciales, creativos y comunicativos. Esto no significa, por supuesto, que los alumnos dibujen círculos de cultivos en el campo con el tractor: en la agricultura la creatividad es otra cosa. Manuel no sólo opera y dirige maquinaria agrícola, sino que también lleva a cabo el mantenimiento y conservación. También asesora a los clientes y comercializa servicios agrícolas. Esto se ha convertido en algo natural para él. La progresiva digitalización en el mundo laboral y profesional puede cambiar los ámbitos de trabajo y los perfiles de los requisitos. Mientras sus jefes se dirigían directamente hacia el foso con la cisterna de purines y llenaban la cuba, el trayecto de Manuel con el equipo - un Fendt 724 Vario con una cuba de purines de 24 m³-- lo lleva primero al gerente de la explotación. ​El Reglamento sobre fertilizantes lo exige, ya que el volumen de aplicación permitido está estrictamente regulado. Para poder aplicar el estiércol de conformidad con la normativa y, si es necesario, en una zona específica, el joven pregunta sobre la tasa de aplicación deseada. Luego introduce los datos en el terminal en el 724 y listo para empezar. La agricultura de precisión es posible gracias a la conexión en red de grandes cantidades de datos y las máquinas. Para estar preparados para la aplicación de estas tecnologías, los trabajadores cualificados deben adquirir los conocimientos pertinentes. Y eso es lo que hizo el aprendiz. Este nativo digital siempre lleva el smartphone en el bolsillo del pantalón. Las aplicaciones móviles también se han convertido en un estándar en la agricultura. Permiten un uso flexible del software en cualquier momento y lugar, incluso fuera de la oficina. De este modo, Manuel puede recibir en cualquier momento tareas desde la oficina.

El empresario Osters & Voss se enfrentó hace unos años a un desafío digital igualmente grande hace unos años. Todo el mundo es consciente de que el manejo de unos 100 tractores, 60 camiones, así como la tecnología de recolección y forraje, palas cargadoras y telescópicas, tecnología de recolección de remolacha, remolques de transporte, cubas de purines y numerosas máquinas para el tratamiento del suelo, fertilización y siembra ya no pueden ser realizadas con papel y lápiz. En 2014, el contratista invirtió en software agrícola que se utiliza en la oficina y en el campo, ya que los datos ya no se pueden administrar con soluciones Offline o bases de datos de Access. La información se registra digitalmente y los conjuntos de datos se combinan entre sí mediante algoritmos inteligentes. Es importante para los dos empresarios tener una visión general en su escritorio de dónde están trabajando sus empleados y, sobre todo, las máquinas. Los conductores registran lo que está sucediendo en los campos a través de la aplicación para Smartphone: ¿quién hizo qué, en qué campos y cuándo? Todos los datos registrados se reúnen en la plataforma en línea de la empresa. Aquí se documentan y evalúan automáticamente. En el futuro se integrarán más fuentes de datos. Eso es lo que los clientes necesitan ahora del contratista para mantener los registros de campo. En última instancia, los beneficios que aporta la digitalización solo se hacen evidentes en la aplicación práctica. "No importa lo que le digamos al cliente: si ve que estamos utilizando una tecnología y reconoce el valor añadido que aporta, entonces está más dispuesto a utilizarla él mismo", destaca Andreas Osters. Eso es lo que los jefes también enseñan a sus aprendices. Una vez que Manuel Kleinhans trabaje por primera vez en la siembra, debe poder explicar no sólo los aspectos técnicos de las medidas adoptadas ante los clientes, sino también los conocimientos agrícolas. “La digitalización es una nueva área de negocio para nuestra empresa. Con ella tenemos la oportunidad de implementar un potente instrumento de fidelidad de clientes y de diferenciarnos de la competencia. El mercado agrícola se contrae, el sector de contratación crece. Por eso estoy firmemente convencido de que ya no funcionará sin una agricultura inteligente. Hoy estamos tratando de preparar a los jóvenes agricultores y especialistas en servicios agrícolas en su formación ”, resume Andreas Osters.