Algo más de cien km al norte de Ebsdorfergrund, cerca de Hofgeismar, otra cosechadora verde de Fendt está trabajando en los campos de rastrojos dorados. Sascha Lückert está produciendo pacas de paja pesadas y densas con una empacadora gigante modelo Fendt 1270 S. Estas caen al suelo por la parte trasera de la máquina como si de grandes terrones de azúcar se tratase. La empacadora también forma parte de la línea de productos de maquinaria agrícola Fendt que pertenece al contratista agrícola Heribert Glaßl en el norte de Hesse. "Además, trabajamos con cinco tractores Fendt de las series 700 a 900 y, desde hace poco, una picadora Katana 65", explica Heribert Glaßl mientras atraviesa las grandes instalaciones de su empresa, en la carretera nacional que une Hofgeismar y Grebenstein. Aquí antes había una fábrica que quebró, afirma. Glaßl compró la zona, añadió otros almacenes y edificios para máquinas y fundó una empresa contratista en 1997. Al principio solo tenía máquinas de ocasión. Pero la empresa fue creciendo e incorporó maquinaria agrícola nueva. Desde el principio colaboró estrechamente con Torsten Himmelmann, asesor comercial de tecnología agrícola en RWZ Raiffeisen-Warenzentrale Kurhessen-Thüringen GmbH en Hofgeismar. "Tenemos el concesionario y el taller prácticamente a la puerta de nuestra casa. Por eso era lógico comprar la maquinaria de recolección del mismo fabricante que los tractores, a cuya buena calidad ya estamos acostumbrados", explica mientras señala los tractores Fendt situados junto a la nueva picadora Katana, que ha recolectado hierba por primera vez este año. La relación con el concesionario Fendt RWZ es tan buena, y están tan compenetrados después de más de 20 años, que todo funciona con una sola llamada. Esto simplifica de manera considerable el trabajo, pues Glaßl y sus diez trabajadores cultivan ahora 10.000 hectáreas al año. Por ejemplo, en 2012 picaron aprox. 2.000 ha de maíz y aplicaron biosólidos y compost en más de 10.000 ha. "Tenemos una gran variedad de clientes, desde simples agricultores hasta grandes empresas agrícolas", resume mientras abre la puerta de su casa, situada junto a las instalaciones de la empresa. Tres grandes perros, dos Dobermann y un mestizo, le dan la bienvenida con entusiasmo. Él les da una palmadita cariñosa y les manda a sus cestas en el pasillo y en la cocina. Este mecánico de maquinaria agrícola de profesión vive en esta casa con su compañera, Michele Leischel, que se encarga de la contabilidad. Dado el gran volumen de pedidos, este reparto del trabajo es un elemento importante para el éxito de la empresa. Afuera comienza a llover. Eso significa que el trabajador Sascha Lüttker y la empacadora gigante darán por terminada la jornada. En casa de Heribert Glaßl suena el teléfono. Un cliente quiere acordar con él un trabajo para mañana y los próximos días. "Es así todo el año", se ríe el contratista de 39 años, dando en el clavo al hacer esta observación, pues para poder aprovechar al máximo las máquinas, también se trabaja en invierno, por ejemplo, cortando leña. Heribert Glaßl cuenta con una flota Full-Line de Fendt, que trabaja a pleno rendimiento durante todo el año.