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Las tecnologías modernas hacen que el trabajo valga de nuevo la pena.
Richard y Daniela Truppe, agricultores, Gurktal, Austria - Fendt 310, 516 Vario
Las tecnologías modernas hacen que el trabajo valga de nuevo la pena.

La cara moderna de la agricultura

El valle del Gurk, al sur de Austria, debe su nombre al gorgoteante río que serpentea en Carintia a lo largo de 157 km. Este río ha creado un paisaje que lleva poblado al menos 2000 años y es apto para el cultivo en sus campos y praderas, así como para la ganadería y silvicultura. Lo que ocurre a pequeña escala en el valle del Gurk es muy representativo del conjunto de la agricultura en Carintia, el estado más meridional de Austria.

Por eso no es de extrañar que el agricultor Richard Truppe, procedente de la localidad de Gundersdorf en el valle del Gurk, no sepa explicar exactamente los orígenes de la explotación familiar. Lo más probable es que siempre haya habido una granja en el mismo lugar de este pintoresco valle del bajo Gurk. Richard Truppe afirma que la granja de Gundersdorf ya era propiedad de la familia en los años noventa del siglo XIX, en la época de su tatarabuelo. Una buena prueba de ello es el granero de más de 100 años, que ahora da cobijo a bueyes de engorde. La explotación de Truppe se basa actualmente en la agricultura y la ganadería lechera, como es típico de las explotaciones agrícolas de Carintia.

A la altura de los tiempos

¿Es posible continuar con la tradición? Espere y vea. Cuando Richard y su esposa Daniele decidieron hacerse cargo de la explotación en el cambio de siglo, su único motivo era el arraigado legado. Daniela, en aquella época una joven madre de tan solo 24 años, recuerda: “Queríamos preparar la explotación para el futuro, por trivial que esto pueda sonar”. ‘Estar a la altura de los tiempos’ era el lema que adoptó la familia Truppe, ‘o, de lo contrario, acabaremos desapareciendo’. Así, la explotación ha ido creciendo desde un total de 80 cabezas de ganado y una cuota láctea de 70.000 litros en los últimos 16 años hasta 200 cabezas de ganado y una producción de leche en torno a 500.000 litros hoy en día. La superficie cultivada se ha ampliado de 25 hectáreas a 145 hectáreas de campos, praderas y bosques en el transcurso de las generaciones. La explotación de los Truppe es, por tanto, una de las más grandes de toda Carintia. El tamaño contribuye a reforzar la presencia actual de las empresas agrícolas en el mercado. Pero, ¿las hace también sostenibles en el futuro? La apertura a las tecnologías modernas es lo que permite a los Truppe estar bien preparados para el futuro.

Gracias a su maniobrabilidad, el 516 Fendt Vario es ideal para las zonas más estrechas de la finca de los Truppe.
El tiempo es perfecto para realizar el segundo corte. Se utilizan un Fendt 516 Vario Profi Plus y un nuevo Fendt 310 Vario en versión Profi.

Tecnología en vivo

Todos ayudan o, de lo contrario, no sería posible, ya que es la propia familia quien realiza todo el trabajo del campo. Su hija de 19 años, Michaela, y sus padres, Armin y Elisabeth Truppe, contribuyen a garantizar el éxito de la explotación. El sol baña hoy el valle del Gurk. Es la hora del segundo corte, pero nadie se estresa en la explotación de los Truppe. Se han pronosticado varios días sin lluvia y ya se ha recogido la mayoría de la cosecha. Los tractores se despliegan. La joven Michaela saca el Fendt 516 Vario ProfiPlus (2016) con suma destreza del granero. Gracias a su maniobrabilidad y su potente relación de dirección, este tractor compacto es ideal para la estrecha finca de los Truppe. La excelente relación entre potencia y consumo de combustible también ha jugado un papel importante a la hora de adquirir esta máquina de 165 CV, según explica Richard Truppe.

Hoy segará varias hectáreas de pradera, pero primero da instrucciones al miembro de mayor edad de la familia, Armin Truppe, que se dirige a voltear heno con el Fendt 310 Profi (2015). Todo va bien gracias al sistema de guiado Fendt VarioGuide recién instalado en el 516 Vario. Este sistema era muy importante para él, ya que espera aumentar la eficiencia de manera considerable y simplificar las tareas del operador en el “lugar de trabajo”. Esto significa un menor consumo de combustible y pesticidas en las superficies cultivadas de manera convencional y una conducción cómoda en la cabina panorámica con suspensión múltiple. Los tractores funcionan unas 1600 horas al año. La inversión en un entorno sofisticado para el conductor merece la pena.

La explotación familiar lleva confiando en tractores de la marca Fendt desde 1993. El primero fue un Fendt Farmer 305 LSA. Desde entonces, Richard Truppe sustituye generalmente su flota de dos o tres máquinas al cabo de varios años. En opinión del agricultor, esto tiene la ventaja de poder beneficiarse de un alto valor de reventa e incorporar el progreso moderno en la explotación con el nuevo tractor. Le gustaría mantener este método en el futuro pero, al mismo tiempo, debe contenerse: “Los bajos precios de la leche reducen nuestra predisposición para invertir”. En la explotación de los Truppe existe la tendencia al progreso técnico. “No solo fuimos los primeros en comprar el nuevo Fendt 310 Profi en Austria”, se ríe Daniela. Lleva ya tres años usando un robot de ordeño con sus 67 vacas de la raza alemana Simmental.

“Las tecnologías modernas hacen que nuestro trabajo valga de nuevo la pena”, afirma mientras su marido asiente con la cabeza. Las vacas y los empresarios agrícolas disfrutan de la nueva flexibilidad que les brinda la instalación de este sistema. Una tras otra, las vacas se colocan en el puesto de ordeño automatizado, comprueban si tienen suficiente forraje a la vez que son ordeñadas por el robot. “No hay un día igual”, afirma Daniela sobre la vida con los animales. “Pero hemos ganado tiempo para realizar otras tareas”. ¿Vacas contentas, agricultores satisfechos?

Un equipo de tres

Así es. En la explotación de los Truppe enseguida queda patente que la familia está muy satisfecha con vivir en un entorno agrícola. Esto puede deberse al hecho de que han entendido cómo compaginar las tradiciones de su trabajo con las demandas del mercado global. Sin olvidar a su familia mientras lo hacen. No es una tarea fácil, año tras año. Pero nadie quiere hablar de las preocupaciones del futuro en este día de verano en el valle del Gurk. Daniela, Richard y su hija Michaela, que ha participado y sigue colaborando en la explotación, forman un equipo muy unido. Se ríen y bromean mucho juntos, discuten y se ocupan de las cosas. Michaela recuerda: “Crecer en una granja es lo mejor que le puede ocurrir a uno. Yo he tenido una gran infancia”.

Daniela, que se ha formado como cocinera y es responsable de las vacas lecheras y sus crías, se encuentra en el establo. Su vaca favorita se llama Lafee, que ha criado con un biberón. Richard se encarga de los campos y los tractores. Mirando a su esposa y a su hija, subraya: “No nos ajustamos a los roles clásicos. Yo sé cómo cuidar las vacas y mi mujer y mi hija conducen los tractores mejor que muchos otros”. Al hablar sobre Michaela, su padre afirma que tiene buen ojo para los animales y se le da bien la tecnología. Estos activos padres están muy satisfechos con el hecho de que su responsable hija quiera trabajar en la explotación después de finalizar su formación y tomar el relevo en un futuro. “Me apasiona la agricultura y me encantan los animales”, explica Michaela. “Nada se interpone en el futuro desarrollo de la explotación en Gundersdorf”, Daniela y Richard Truppe se suben satisfechos al tractor que les espera. Al fin y al cabo, es un día perfecto para la recolección a orillas de este gorgoteante río en Carintia.